Seguramente has oído hablar de lo importante que es tener una buena resiliencia en nuestro día a día y para superar los momentos más complicados.
La resiliencia se define en los materiales y la física como la propiedad que tiene la materia para oponerse a la rotura, el choque o percusión.
Si aplicamos esta definición a nosotros mismos entonces la descripción se traduce en la capacidad universal que tenemos para resistir, recuperarnos y crecer ante circunstancias adversas o innesperadas. Podemos considerarlo como “nuestro superpoder”.
Pero, no todos somos iguales, ¿verdad? Así que según como sea nuestra personalidad tendremos mayor o menor capacidad de resiliencia de forma natural.
Tener una buena resiliencia nos va a ayudar a crecer ante las dificultades. Por fortuna, las personas somos capaces de aprender a mejorar nuestra capacidad de resiliencia. Así que vamos a darte 10 trucos para tener tu superpoder de resiliencia más fuerte que nunca.
10 trucos para entrenar nuestra resiliencia
Para traerte esta lista, hemos consultado con los mejores psícologos de España. En el caso de a Dr. Asunción Díaz, nos ha insistido en la necesidad de entrenar de forma constante estas capacidades y sobre todo, de tener conciencia de esos momentos que necesitan de nuestra fuerza de resiliencia.
1 Practica el optimismo
Poder ver el lado bueno o “menos malo” de las cosas, nos ayuda a crecer por encima de ellas, ya que no permitimos que nos hundan. De esta forma veremos nuevas posibilidad y soluciones que de formas pesimistas no podríamos ver.
Para mejorarla debes intentar hacer el esfuerzo de encontrar 2 o 3 conscuencias positivas que podrías sacar de una situación que te deprime o que es dificultosa.
Ejemplo: Si estás planeando ir a la playa el sábado y llueve, en vez de “perder el día” puedes pensar en dos o tres actividades que nunca haces por falta de tiempo y hacerlas ese día, como tomar café con los amigos, visitar a un familiar o leer en el sofá tranquilamente.
2 Analiza cada situación
Esto significa ser conscientes de las causas que han provocado una situación desfavorable y entender cómo se han producido. Esto nos permite entender los factores implicados y poder encontrar soluciones más efectivas.
Ejemplo: si hemos tenido una avería con el coche en mitad de un trayecto al trabajo, entender cuáles son las causas o analizar qué ha podido pasar nos ayuda a concentrarnos en solucionarlo en vez de frustrarnos por llegar tarde al trabajo.
3 Entrena la empatía
De nuevo, hay personas que tienen una empatía más desarrollada de manera natural que otras personas. Es muy importante ser mejores a la hora de ponernos en el lugar del otro y de identificar y comprender las emociones de los demás.
Esto no sólo nos ayuda de manera personal a nuestra resiliencia, si no que veremos una mejora sustancial de nuestras relaciones personales, ya que nuestro entorno se sentirá comprendido y aceptado con sus propias opiniones y circunstancias.
Ejemplo: cuando vemos sufrir a nuestros amigos sentimos parte de su dolor, y esto es la capacidad de empatía. Es decir, entendemos su dolor (o sentimientos) aunque no los tengamos nosotros mismos.
4 Evita pensar que los problemas son insuperables
Tal vez esto sea una de los pasos más difíciles. Cuando la vida y las circunstancias nos golpean muy duro nos resulta complicado ver qué hay detrás y cómo superaremos los problemas.
Hay momentos en que podemos pensar que ya no hay solución: game over. Pero no es así. Debemos intentar no ahogarnos en nuestro vaso de agua y buscar la luz al otro lado del túnel. Las personas más resilientes comprenden que todas las situaciones y momentos son temporales.
5 trabaja tu autoeficacia
Es muy importante ser autosuficientes. Esto no quiere decir que no podamos pedir ayuda, si no que seamos resolutivos y no dependamos de manera sistematizada de que otros nos soluciones nuestros problemas.
Para mejorar nuestra autosuficiencia debemos tener un mejor conocimiento de nosotros mismos, nuestras capacidades, aptitudes y habilidades. También podemos entrenar nuestros recursos internos y fortalezas.
6 Acepta el cambio como parte de la vida
Tal vez esta parte suene más a una frase de Mr. Wonderful que a un paso real para entrenar nuestra resiliencia. Pero lo decimos totalmente en serio. El mundo se mueve y nosotros con él.
Cada persona cambia de opinión 2 de cada 3 veces que pensaba que ya había tomado una decisión. Somos siete mil billones de habitantes en el mundo, de modo que puedes imaginar cuántas veces al día se cambia de opiniones. Pero no sólo eso, otras circunstancias pueden ocurrir que afecten nuestros planes.
Intenta no pensar demasiado en la auto conmiseración y trata de aceptar las nuevas circunstancias y actúa en consecuencia.
7 No pierdas de vista tus metas
Para poder superar un momento de dificultad es muy importante mantener presente por qué estamos en esta circunstancia y por qué empezamos nuestro camino inicialmente. Sobre todo, debemos recordar a dónde queremos llegar.
Es muy importante que tu día a día te lleve a donde quieres ir. Si mantenemos en mente que tenemos un objetivos nuestra capacidad de resiliencia se activa para poder superar la dificultad.
Ejemplo: mantener en foco nuestro objetivo es una características muy remarcable en los deportistas. Su capacidad para mantener presentes sus objetivos deportivos hace que entrenar exhaustivamente y de forma continuada sea soportable y la comprendan como necesaria.
8 Mejora tu proactividad
Hace unos años ya que el término “proactivo” se puso de moda. Es la capacidad que tenemos para reaccionar ante la situación de dificultad o problemas. Es la capacidad para invertir el tiempo en solucionar los problemas en vez de lamentarnos. Vamos, lo que siempre hemos conocido como ser resolutivos.
Además, desarrollar y mejorar esta capacidad nos permite no perder tiempo en lamentos y nos ahorrará mucho tiempo.
9 Cuídate a ti mismo
No podemos estar siempre con los niveles de energía al máximo, ¿verdad? La resiliencia no es una fuente inagotable de soluciones. Tenemos derecho a estar cansados y poder relajarnos.
Es necesario que te concedas el tiempo a ti mism@ para divertirte y cuidar tu mente y cuerpo. Recuerda siempre que si estás bien por dentro podrás enfrentarte a lo que existe fuera.
10 Mantén una visión positiva de ti mism@
Esto es muy importante. No debes subestimarte nunca. Tener una buena visión de ti mism@ te ayudará a saber que eres capaz de conseguir tus metas. Debes cuidar tu discurso personal interior y mantenerlo en un buen nivel de optimismo y positivismo.
Debes recordar de forma constante cuál es tu valor persona. Para ello es importante que conozcas tus fortalezas y las valores adecuadamente.
Esto es tal vez una de las principales y más importantes características que debes aprender y entrenar. Si tienes una buena relación contigo mismo va a ser más fácil superar las dificultades.
¿Cómo puedes mejorarlo? Esforzándonos en aplicar el pensamiento lateral y la creatividad puede ser una de las mejores técnicas.