La escritura hace bien
¿Puede la escritura ayudar en los momentos críticos y en las circunstancias negativas? ¿Puede ser considerada una herramienta de resiliencia para sobrepasar las situaciones difíciles de la vida?
Nosotros creemos que sí. Estamos convencidos de que la escritura, como todas las otras formas de arte, puede darnos la fuerza para enfrentar los desafíos de la existencia.
Está comprobado que el acto de escribir es beneficioso para la mente y el cerebro. De hecho relaja los nervios, ayuda a la memoria, aumenta la creatividad y pone orden en los pensamientos.
Pero además que eso la escritura tiene efectos positivos reales a nivel psicofísico.
La escritura a nivel psicofísico
Diferentes investigaciones científicas demuestran que poner por escrito las propias emociones reduce la sensación de miedo y de fuerte estrés. Escribir es un método para quedarse en el presente sin distraciones.
Además, la escritura como forma de resiliencia hace bien al sistema inmunológico porque ayuda a encontrar un significado a eventos traumáticos.
Escribir no significa automáticamente recuperarse, pero es una actividad que influencia nuestra manera de pensar y comprender una circunstancia vivida. Así que puede ayudar a desarrollar nuestra resiliencia y sobrepasar un trauma de manera más rápida y eficiente.
Escribir los propios pensamientos o crear una novela reduce los efectos psicofísicos de ansiedad y estrés. Utilizar estos recursos cognitivos y creativos permite de estar más enfocados y eficientes. No sólo nos ayuda a racionalizar eventos traumáticos de nuestro pasado, sino también es útil para enfrentar mejor las situaciones estresantes que vemos en nuestro horizonte futuro.
Vamos a contarte la historia de resiliencia de F., que a través de la escritura ha sobrepasado un momento doloroso de su existencia. Una historia de escritura como forma de resiliencia y como descubrimiento de una felicidad silenciosa.
La historia de resiliencia de F.
Cuando preguntamos a F. cuál era la historia que más le había marcado no pudimos resistirnos a pedirle publicarla aquí. Es una historia de superación personal y lucha interna. F. ha vivido momentos que hubiera deseado poder evitar.
Sin embargo, a través de la escritura ha conseguido aprender a superarse a sí misma. Esperamos que os sirva de inspiración tanto como a nosotros.
La mia storia di resilienza – Mi historia de resiliencia
El término resiliencia lo tuve que buscar. Antes lo lamaba “resistencia” y ahí se acababa: yo resistía. No me doblaba, no me derrumbaba. Y eso era mucho más sencillo.
Resalio en latín se refiere a la capacidad de remontar en el barco volcado del mar. Tenía 23 años la vez que yo remonté en el mío, convirtiendo el naufragio en un momento que me llevó a emociones inesperadas.
Reaccioné positivamente al dolor que estaba viviendo cuándo empezé a escribir un libro. Dentro de la sensación de pérdida y derrota siempre encuentras el rayo de luz, si lo estás buscando. La razón la cuál todo ha ocurrido.
Acepté un estado de dificultad, traté de suavizarlo buscando el confort de los demás y empecé a convivir con ello. El dolor te hace compañía, a veces peligrosamente. Pero tiene mucho que enseñarte porque cuándo estás sufriendo aprendes. Y es precisamente en este estado de presencia del dolor que construí la persona que soy. Sin oponerme, distraerme o huir.
La derrota se ha convertido en una aventura maravillosa.
No tienes nada, ni siquiera el control de ti mismo, y para volver a ponerte en pie te reabres al mundo. Vuelves a abrirte a cada pequeño gesto, un crujido de la silla, la voltereta de una hoja de otoño, una pieza musical que podrías jurar han escrito para ti.
Y después de un rato surge un tipo de energía que se escondía en algún lugar, dentro de ti. Esa energía te hace capaz y consciente, porque el dolor es tuyo, se queda contigo, como una columna rígida lista para sostenerte, cada vez que volverás a necesitarlo.
En la escritura he encontrado una pasión y una forma de felicidad silenciosa. Una sensibilidad todavía más aguda gracias a la condición traumática inicial, que me hizo vulnerable y entonces expuesta a más emociones.
La resiliencia desarrolla casi siempre una pasión o una motivación, en cada uno la suya, ya identificada o todavía para descubrir. Y es también por eso que el dolor es una grande ocasión.